Cada caja de piña consta de 12 Kg, variando el número de piezas en cada caja en función del calibre. Los calibres están comprendidos del 5 al 10 (de mayor a menor tamaño). El diseño de las cajas está realizado para permitir una correcta ventilación de la fruta y evitar asimismo golpes y deterioros producidos por la humedad que pudieran afectar a la calidad final del producto. El transporte se realiza en contendores refrigerados con un control optimizado de temperatura y humedad, desde la carga en origen hasta su puesta a disposición en los almacenes de los clientes.